Cruz Roja y Salvamento Marítimo atienden a casi al doble de inmigrantes que en 2016

Unos 962 inmigrantes llegaron a las costas españolas desde el jueves al lunes. Este mismo miércoles, otras 56 personas desembarcaron en Cartagena (Murcia).En lo que va de año, tanto Salvamento Marítimo como Cruz Roja han sobrepasado de largo las atenciones urgentes a inmigrantes en comparación con 2016. Ante este aumento, el Gobierno ofrece, a ojos de las oenegés, un discurso alarmista y soluciones dudosas, como alojar a los inmigrantes que llegaron a Murcia en el Centro Penitenciario de Archidona, algo que algunas asociaciones creen que puede ser ilegal.

De estos 962 inmigrantes, 562 son argelinos, 387 subsaharianos y 13 marroquíes, según el Ministerio del Interior. “Se ha notado mucho el aumento. Creemos que 2017 será el segundo año con más atenciones después de 2006, cuando se produjo la crisis de los cayucos”, explica Íñigo Vila, responsable de la unidad de emergencias de Cruz Roja Española. Cuando estas personas llegan a tierra exhaustos del viaje, esta entidad se encarga de darles comida, agua, un kit donde se incluye ropa seca y de prestarles atención médica. Según apunta este profesional, en 2017 ya han atendido a 20.159 personas, una cifra muy por encima de los 10.389 servicios de emergencias de 2016, aunque los números pueden ajustarse cuando se cierre el año. Aún están lejos de alcanzar las 37.760 de 2016.

Las cifras de Salvamento Marítimo también se han disparado. En 2016 rescataron 6.726 personas a bordo de 464 pateras en todo el año, mientras que hasta octubre de 2017 había 13.544 y en 824. Aunque la subida llame especialmente la atención, las oenegés no lo atribuyen a un solo factor, sino a un conjunto de elementos: “No hay una sola razón. Puede deberse a un cambio en las rutas migratorias o a otros elementos como el tiempo. Es un otoño anómalo y la buena mar o incluso, las noches de luna llena donde hay mejor luz pueden hacer que salgan más embarcaciones”, explica Vila. “Parece que se ha abierto la vía de Argelia por la relajación de sus controles. También hay más magrebíes este año, lo que podría indicar que Marruecos ha descuidado su vigilancia en frontera para centrarse en sus conflictos en el Rif”, especula Carlos Arce, coordinador área de Migraciones de APDHA.

La patera rescatada esta mañana por la Salvamar Arcturus con 5 personas en el Estrecho y trasladada a Tarifa pic.twitter.com/j5xwUPj2p1

— SALVAMENTO MARÍTIMO (@salvamentogob) 21 de noviembre de 2017

Arce recuerda que “la costa española sigue siendo una vía residual de entrada en Europa” en comparación con Grecia o Turquía y desinfla el alarmismo creado por el Gobierno: “Se hace una utilización política de los flujos migratorios. Se usa como arma para gestionar intereses”, explica. También rechaza que se usen términos como “avalancha” o “asalto” o declaraciones como las del delegado del Gobierno en Murcia, Francisco Bernabé, que describió como "un ataque coordinado contra nuestras fronteras” la llegada de pateras de este fin de semana. Desde CEAR reclaman mayor prudencia al considerar que estas palabras se “lanzan de forma gratuita, generando discursos xenófobos y racistas”.

La polémica solución del internamiento

Mientras Salvamento Marítimo y Cruz Roja han redoblado sus esfuerzos para atender a estas personas que huyen de la guerra o el hambre, el Ministerio del Interior ha optado por una decisión “temporal” que ha levantado la polémica: llevar a las más de 500 personas que llegaron a Murcia a un centro de Archidona (Málaga). Sin embargo, en la nota de prensa se omite un detalle importante que las oenegés sí han destacado: “El centro, aún sin inaugurar, es una cárcel que depende directamente de Instituciones Penitenciarias, lo que supone un hecho de una gravedad sin precedentes”, denuncia un comunicado que firman más de una veintena de organizaciones especializadas como Médicos del Mundo o la Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado. Este grupo incluso está estudiando acciones legales, ya que creen que “es una práctica absolutamente ilegal”.

A pesar de que el Ministerio ha asegurado que es una decisión temporal que tuvieron que tomar los jueces antes el desbordamiento de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), las oenegés no son las únicas que se han mostrado en contra. El sindicato Comisiones Obreras  cree que “esta decisión supone un grave retroceso en materia de derechos humanos”, mientras UGT también se ha quejado de que se dé este uso a un centro penitenciario.

Esta decisión ha llegado hasta el Congreso de los diputados a través de una contundente respuesta de la oposición. El PSOE ha registrado este martes una batería de iniciativas parlamentarias para pedir explicaciones al Gobierno sobre una decisión que consideran “una auténtica barbaridad”. lle